Cada vez más, los nuevos modelos de vehículos incorporan avances tecnológicos para facilitar una conducción más segura y evitar, de esta manera, que se incremente la siniestralidad en nuestras calles y carreteras.

Estos avances son más evidentes en todo lo referido a sistemas de frenado; así, desde hace años, la mayoría de coches ya incorporan sistemas como el servofreno, ABS o EBD.

Últimamente, se está desarrollando el llamado “asistente automático de frenado”, un dispositivo que al detectar que el coche puede colisionar con un elemento que está en la vía (ya sea otro vehículo o un peatón), frena automáticamente al coche.

Hasta el momento, el dispositivo es eficaz en velocidades de 30 km/h, mientras que en velocidades superiores lo que hace es disminuir la velocidad.

Sin duda, este avance, junto a las bandas reductoras de velocidad, son una ayuda de primer orden para proteger a los eslabones más débiles de la cadena vial: los peatones y los ciclistas.

Un estudio efectuado en Europa, Estados Unidos y Australia revela que se podría evitar el 38% de los accidentes.